Planeta Internacional | Libro único
331 pp. | ISBN: 978-84-08-10488-9
Alice va al último curso en el instituto. Sólo le quedan unos exámenes y podrá presentarse a la selectividad. Mientras, a su alrededor ocurren cosas nuevas, excitantes y desconocidas: el primer amor, la primera vez… Es difícil ser adulto y aprender a ser uno mismo… Además, en su casa las cosas no van muy bien, su padre viaja constantemente por motivos de trabajo, aunque Alice sospecha que hay algo más. El mundo de los adultos es un caos y el suyo también, y encima no parece haber nadie que la ayude a contar las estrellas.
Carlo es de los que se sienta siempre en la última fila, pero no por estar con los más cool sino porque se siente diferente a todos los demás, tiene la impresión de que no encaja en ningún sitio… Es tímido, un poco desastre y se esconde tras un par de gafas que le hacen parecer distraído y empollón. Y siempre, siempre llega tarde… Está harto de todo, así que tampoco se inventa excusas. Aunque las cosas irían mejor si alguien como Alice se enamorara de él. Pero eso es imposible... O al menos eso parece...
Carlo es de los que se sienta siempre en la última fila, pero no por estar con los más cool sino porque se siente diferente a todos los demás, tiene la impresión de que no encaja en ningún sitio… Es tímido, un poco desastre y se esconde tras un par de gafas que le hacen parecer distraído y empollón. Y siempre, siempre llega tarde… Está harto de todo, así que tampoco se inventa excusas. Aunque las cosas irían mejor si alguien como Alice se enamorara de él. Pero eso es imposible... O al menos eso parece...
Alice. Carlo.
Dos miradas.
Dos maneras de vivir.
Un solo amor.
Su autora
Giulia Carcasi nació en Roma (Italia) y allí estudio Medicina por la Universidad de Roma, a la vez que publicó su primera novela, Las estrellas se pueden contar, cosechando un gran éxito y muy buenas críticas. Posteriormente publicó otras dos novelas, aún inéditas en español: Io sono di legno (2007) y Tutto torna (2010).
Opinión personal
¡Atención! A partir de aquí puede haber spoliers
Hormonas everywhere. Eso es lo primero pensé al empezar a leer este libro. Que esta novela era la narración de una grandísima explosión de hormonas adolescentes y que no iba a haber nada más que líos, mentiras y bobaditas relacionadas con la pubertad. En parte, acerté. En parte no. A ver si consigo explicar por qué.
Es cierto que la novela no cuenta más que una simple historia de amor entre dos adolescentes atípicos que se llevan amando en secreto mucho tiempo pero que nunca se han atrevido a declarar lo que sienten públicamente. Alice y Carlo se necesitan, eso está claro desde la primera página. A partir de esa idea, la autora desarrolla un gran cúmulo de acciones repletas de noviazgos, líos, malentendidos y fiestas, una delicada bomba de relojería destinada al público adolescente comparable con las obras de Moccia, en la que destaca la fuerte y estupenda caracterización de los protagonistas.
Sin embargo, y tras esa capa de chorradas adolescentes, se encuentra una profunda y potente reflexión llevada a cabo por la autora: ¿no debemos preocuparnos más por disfrutar de la vida mientras la tenemos? ¿No debemos dejar de calcularlo todo con números y dejar paso a nuestro corazón? ¿No debemos amar mientras podamos, vivir, sin mirar atrás? Son una serie de preguntas que la autora lanza discretamente y que se disfrazan con una gran capa de humor y erotismo. Porque es divertida. Eso no lo puede negar nadie.
''Las historias son como las personas.
No están hechas para estar solas.
En alguna parte del mundo hay algo que vive una historia que se refleja en la tuya.''
El sexo está presente a lo largo de toda la novela, de manera más o menos directa. Está siempre la obsesiva preocupación de sus protagonistas por perder la virginidad, cosa que les llevará a hacer cosas que en realidad no desean. Ese aura de erotismo aporta al libro un ingrediente especial y único, un ingrediente muy valioso que me ha gustado bastante.
Pero, sobre todo esto, quiero hacer mención especial a sus personajes. Son FAN-TÁS-TI-COS. Pocas veces había leído una novela en la que hubiera conectado tan profundamente con ellos, en la que me hubiera visto incluso identificado con ellos. No sé si será el hecho de que esté escrita en primera persona por sus respectivos protagonistas, pero el caso es que Giulia Carcasi consigue que te creas a todos y cada uno de los personajes y pienses en ellos como si los conocieras de toda la vida. En mi caso me quedo con Carlo. Alice es también estupendo, pero yo me he sentido muy identificado con él. Creo que es el personaje que más jugo le aporta a la novela, el que la mueve y el que la hace extraordinariamente interesante.
He de hablar de la escritura. A ver si consigo explicarme... No es una novela que destaca por su calidad literaria como La Sombra del Viento, por ejemplo, pero es que la autora ha conseguido algo que muy pocos escritores consiguen. Y es lo siguiente: cuenta la historia desde el punto de vista de cada uno de los dos protagonistas. La novela consta de dos partes: Alice y Carlo, y en cada una de ellas se cuenta exactamente la misma historia pero vista desde la forma de ser de cada uno. ¡Es fantástico! Además, Alice y Carlos están tan extraordinariamente bien definidos y caracterizados...
''Porque no hay nada más perfecto que dos historias que se entrelazan.''
Estos son los dos aspectos que hacen destacar la novela entre otras románticas: la fuerte caracterización de los personajes y la originalidad con la que está contada la historia.
Ummmm... Interesante, le estoy cogiendo gusto a la literatura italiana contemporánea. Este tipo de libros son de consumo fácil y rápido, muy chick-lit y pastelosos, pero a mi en lo personal me gustan. Me la apunto. Salu2 Carlos.
ResponderEliminarMe lo apunto, queda mucho verano por leer, ¡ maravilloso amanecer, momentos para leer! El tiempo es largo si tú no lo haces grande, si te pasas haciendo poco o nada, entonces a que esperas.
ResponderEliminar¡El verano pasa pronto con lecturas tan buenas como estas! Te lo recomiendo de todo corazón :)
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